Seguramente, alguno de vosotros/as os habéis hecho esta pregunta sin llegar a una conclusión concreta. En este blog, os explicaremos el porqué, y alguna que otra curiosidad acerca de ello.
El sudor es necesario, nuestro cuerpo suda a través de las glándulas del sudor repartidas por nuestro organismo, y nos preguntaremos: ¿para qué?
Pues la respuesta es muy sencilla, con la sudoración, nuestro cuerpo consigue regular la temperatura corporal. Cabe destacar que las zonas de sudor más comunes son: axilas, frente, manos, zona lumbar y pies.
Como en Flexor somos expertos en la biomecánica del pie, queremos dar protagonismo a esta parte del cuerpo, ofreciendo unos datos de interés, que seguramente no sabes.
¿Sabías que…?
- Los menores niveles de sudoración del cuerpo se encuentran concretamente en las manos y en los pies.
- Los pies representan el 7% del área total del cuerpo, y solamente producen el 3-4% de la pérdida de sudor de todo nuestro organismo.
- A pesar de esto, los pies (al contrario de lo que ocurre con el resto de partes del cuerpo) siempre o casi siempre están contenidos dentro del calzado. Esta realidad impide la disipación correcta del calor, lo que se traduce en altas temperaturas y un alto porcentaje de humedad dentro de los zapatos.
- La distribución de las zonas de producción de sudor en el pie no es uniforme, ya que la zona dorsal produce el 70% de la sudoración y la zona plantar el 30% restante. Más concretamente, las zonas de mayor tasa de producción del sudor se encuentran en la cara medial del tobillo y la zona dorsal del pie. En cambio, al contrario de lo que se pueda pensar, la menor tasa de sudoración se encuentra en la zona de los dedos.
- El olor o “mal olor” de los pies, se produce cuando el sudor conecta con las bacterias que tenemos en la piel, descomponiéndolas, y emitiendo sustancias llamadas amonio y ácido graso.